jueves, 18 de julio de 2013

Cuento de Verano Cinco.

Cuento de verano cinco:

Entró contagiándolo todo, como las hormigas que invaden la basura en instantes, se apoderó primero de su mente, luego de su cuerpo, por último de sus sentimientos.
 
Cuando pensaba decir sí, contestaba no.

Hubo un momento en que ya fue tarde, para reaccionar, para oír, para hablar.


Desde ese día nadie lo ve, ni se le huele, hasta la risa que lo inundaba todo se fue de vacaciones perennes para no volver.

No está muerto.

Simplemente el miedo vive en él.

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