domingo, 15 de enero de 2012

Atardercer en Zahara de los Atunes

Cae la tarde primaveral sobre el Atlántico en uno de los lugares con más maravillosas puestas de sol del mundo.

Una solitaria rana croa junto a una botella de bourbon vacía, quizás se refleje en ella y por ello entona el canto.

El ruiseñor canta en el seto.

Los restos de un polvo blanco se desparraman sobre la mesa de lujoso cristal que adorna el centro del majestuso jardín zen, la mejor atalaya de la costa creado con la exclusividad que da el dinero sucio.

Una inmensa piscina olímpica con forma ovalada permitiría a su dueña bañarse y ver el mar al mismo tiempo.

Pero ahora no es así.

Ahora un cuerpo femenino flota sobre ella boca abajo. Se bambolea suavemente movido por el sistema automático que no deja de funcionar.

Su otrora magnífico cuerpo es un objeto inerte, hinchado por el paso de las horas.

Nadie la espera y nadie la busca.

Varios buitres sobrevuelan el cielo a no demasiada altura, algunos con precaución, pero los más ya se han dejado caer sobre la casa.

¿ Serías capaz de definir la causa de la muerte ?

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