sábado, 26 de noviembre de 2011

El viaje a muchas partes

El joven hombre mira tras el cristal del autobús que le traslada de un pueblito a otro. Hace frío, los campos están helados, es temprano.

Llegará pronto a su destino, cuando el sol comience a ganar la batalla. Recorrerá los cientos de metros que le separen del Ayuntamiento o del único colegio, pues el bus le dejará a las afueras.

Hoy toca doble sesión: por la mañana niños, por la tarde adultos en la casa de la cultura.

Su fisonomía no es de esta época, tampoco su profesión; alto, escuchimizado, una gran mata de pelo negro en la cabeza, imberbe barbilampiño, zangolotino, sonrisa picarona, cuentero de profesión, inquietud y sensaciones.

No conoce a Fernán Gómez, ni " El viaje a ninguna parte ", pero es un gran juglar de nuestra época.

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