martes, 13 de septiembre de 2011

La maldad humana

Este verano me contaba un amigo que había vivido dos situaciones en la playa que le hacían ver que en la vida no solamente existía el mal como algo endémico del ser humano, sino que había personas y gestos que le hacían confiar en el hombre como especie inteligente. Sí, es verdad, suena pedante.


Es verdad que la frase manida de " el hombre es un lobo para el hombre ", tiene mucho de verdad. Nada más hay que abrir los ojos, leer un periódico, ver la televisión o poner la radio para advertir que todos los días hay situaciones en las que el mal está presente.


Pero yo me resisto a pensar que no haya personas que miren por hacer el bien a los demás, aunque éstas sean las menos, se les mire como bichos raros y se les tachen de tontas.


A lo mejor, la felicidad también es parte de eso.


Esta tarde una madre lloraba a grito pelado en plena calle desesperada porque a su hijo de doce años le estaban haciendo la vida imposible tres niñatos a los que si les cojiera por banda les partía la cara. Su impotencia le llevaba a rendirse, no podía más y solamente porque su hijo era bueno.


¿ Porqué a los que son personas normales, sin mala fe, se les tiene que abusar de esta manera; y más aún, tanta maldad puede albergar un chico de doce años, tantos compañeros cobardes que no se atrevan a enfrentarse a él, tantos profesores que hagan la vista gorda ante las denuncias, tantos padres cobardes que no quieran hacer de sus hijos personas normales ?.


Decididamente, no me gusta este mundo, ni un pelo.


O hacemos algo por cambiarlo, o vamos al carajo, con todas las consecuencias.


Y yo que tengo grabada en la cabeza la imagen de esa bolsita de guerreros blancos de plástico que tenía en el patio de mi casa hace treinta y cinco años y que desapareció una mañana robada por algún vecino...


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