domingo, 30 de enero de 2011

El nacimiento de un mito

Las cinco de la tarde, Agosto, demasiado calor.

El maestro no está a gusto, desearía no tener que afrontar la tarde, desearía estar con ella tranquilamente en la frescura del río, solos los dos, sin nadie a quién dar explicaciones. Cambiaría los aplausos, las almohadillas por tranquilidad.

Está cansado, demasiado.

El animal sale al ruedo, un mal presentimiento le corroe desde la mañana, y cuando lo ve reflejado en los ojos del astado, su cara se descompone.

Brinda la faena ella, sin demasiado convencimiento, si pudiera..., no, él es un artista, los artistas nunca se rinden, suda a chorros.

De pronto, siente el asta del animal en su cuerpo, se marea, cae al suelo, luego la oscuridad se hace en su mente.

El silencio sólo es roto por los bufidos del animal, los gritos contenidos del público y el aire de los abanicos.

Despierta en una camilla, algo no va bien.

Lupe quiere entrar, pero alguien se lo impide, araña la puerta del quirófano, su desesperación no tiene consuelo.

Un animal se desangra en la plaza.

Manolete escupe la vida.

y Lupe, ! Ay mi Lupe !...

Lupe rompe su alma.

En Linares, muere el hombre, nace el mito.

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