lunes, 13 de septiembre de 2010

Esos pequeños seres

Tuviste que ser tú, precisamente tú, quien viniera a verme esta última noche antes de la ejecución.
No sé si hay alguien ahí arriba, pero si existe, conmigo se entretuvo en jugar y la broma le salió buena.
Maldita seas, siempre te lo dije, malnacida tú y todas las de tu estirpe.
Te voy a contar porqué estoy aquí, aunque con la forma en que me miras parece que la historia ya la sabes.
Desde pequeñito las odiaba, era algo superior a mí, no podía, cuando veía alguna huía despavorido. ´
Los niños de mi barrio lo sabían y un día me metieron una entre los pantalones. Ese fue el desencadenante de mi horror más profundo.
Aquel día había bebido más de la cuenta, lo reconozco, pero quién no bebe con veinticinco años un sábado por la noche. LLegué tarde a casa, mi hermano mayor estaba viendo la televisión, recuerdo que era la serie " Con ocho basta ", no lo olvidaré jamás.
Cuando me acerqué a él, algo me cayó en la cabeza desde la lámpara. En principio no supe que era, con la borrachera, pero al momento me di cuenta de que era ese ser infecto, cogí lo primero que vi, un bate de beisbol del suelo y comencé a perseguirla hasta que la muy zorra se subió encima de John, con la mala suerte de que le estampé el bate en toda la cabeza, desgraciándolo para toda la vida.
Y aquí estoy, cinco años después.
¿ Quién me iba a creer ?.
Todos pensaron que me dio un ataque, que perdí la cabeza, que el alcohol me había afectado más de la cuenta, pero aunque grité la verdad, nadie me creyó.
Y hoy vienes a verme tú, maldita cucaracha.

1 comentario:

Reyes dijo...

Ya sabes de mi fobia cucarachera, aún así, lo he acabado.
Muy de Stephen King.