lunes, 21 de junio de 2010

Sentimientos

Llevo varios días sin escribir nada y no es por falta de ganas, que ideas surgen a lo largo del día alguna que otra, es algo que no sabría describir que he sufrido en estas dos semanas desde que llegué del viaje. Es como si hubiese llegado vacío, que todo por lo que he luchado, la enfermedad, el trabajo, el libro, su presentación, la organización del viaje, y la meta, Iguazú, me hubiesen dejado exhausto, sin fuerzas anímicas para tirar hacia adelante.

Conforme han ido transcurriendo los días me he dado cuenta de que tantos miles de kilómetros recorridos separados de nuestros hijos, tantos aviones, tantos desequilibrios horarios, amanecidas a las diez de la mañana, el día siguiente salida del sol a cinco mil kilómetros a las seis y media me hubiesen transtornado de tal manera que no sabría identificar ni hacia donde caminaba.

Afortunadamente las aguas van volviendo a su cauce, ansío la rutina, la bendita rutina que me hace feliz. Entonces será cuando de mi mente vuelvan a fluir historias vividas, sensaciones aletargadas y nuevos objetivos que afrontar con fuerzas renovadas.

Ahora mismo estoy buscando de nuevo mi camino y creo que este blog volverá a ser mi bálsamo salvador como lo ha sido desde que nació en mi mente.

Hoy, cuando me daba un chapuzón en la piscina, recordaba aquél veintialgo de Julio de hace dos años ya, cuanto tiempo, Dios, en el que tras vomitar una y otra vez en la soledad de mi casa, decidí darme un baño en la piscina de la urbanización. Recuerdo que cuando mi cuerpo se sumergió bajo el agua me relajé de tal manera que dejé pasar el tiempo. No sé cuanto estuve allí, pero estoy seguro de que en esos momentos sentí una libertad inmensa. Podría decir, sin llegar a equivocarme que fue el único momento de felicidad en ese mes asqueroso, pero como hoy me ha dicho mi amiga Chari, qué suerte tengo por tener amigos así, que a lo mejor, o seguramente, para llegar a estar donde hoy estoy, mi camino estaba marcado que pasara por ahí, y creo sinceramente que es así.

Mañana prometo volver con algo más ocurrente, hoy solamente tenía ganas de confesarme ante quienes sois mis fieles amigos.