miércoles, 4 de noviembre de 2009

El balneario

Ayer me avisaron de que tenía que ingresar durante un mes en el hospital para un tratamiento preventivo. No hay problema porque ya hace mucho tiempo que lo tenía previsto. Pero hoy, que ya he llegado, que estoy sólo y aislado en una habitación, me hago muchas reflexiones:

Un mes sin ver a mis niños, sin pasear por el parque, sin cafetitos en el bar, sin besos.

Un mes sin tocar el mar, sin salir de estas cuatro paredes, nada más que para análisis.

Un mes sin jugar a la pelota, sin ir a museos, sin tantas cosas.

Aquí puedo ver la tele, escribir, leer mucho, jugar al ordenador, hablar, hablar y hablar, descansar,

¿ Qué es un mes comparado con toda la vida para disfrutar ?.

Pues está claro, nada.

2 comentarios:

Reyes dijo...

Un mes no es nada comparado con toda una vida, tú mismo lo has dicho. No te librarás de las odiosas navidades y cortilandia...

Besos a puñados, ya sabes, me debes cuatro cafés, como mínimo, donde Humphrey Bogart e Ingrid Bergman...

Don Quijote, la última aventura dijo...

Okey, acepto la propuesta de los cafés, estoy seguro de que antes de las Navidades tendrás que estrenar ese traje del que me hablaste.

Con un poco de suerte, la semana que viene estará el esperado ( no me atrevo ni a nombrarlo ) en la calle.