martes, 13 de octubre de 2009

Hipocondria

El colchón de la cama de matrimonio sobre el que hemos dormido cinco noches es duro pero permite descansar la espalda.
Si fuera hipocondríaco o aprensivo quizás no hubiera dormido en ella.
Hace diez años, allí murió el tío de mi mujer de un infarto. En esa misma cama.
Su foto me hacía compañía en la mesita de noche. Me miraba y recordaba los gestos y la fortaleza que mostraba ese hombre.
No vino ningún espíritu a verme ni noté nada raro.
Ni siquiera se lo comenté a mi mujer, me hubiera tomado por tonto, o quizás hubiera pensado:
! Desde que escribes cuentos tu cabeza tiene demasiados pajaritos !.
Simplemente me acordé de ello la segunda noche y quise escribir esta anécdota.
Ahora que lo pienso, ¿ Realmente no estaré dándole demasiadas vueltas a un asunto tan tonto como dormir en una cama donde otros han fallecido ?.
A lo mejor es que me estaré volviendo un poco raro, o no, no lo sé.

No hay comentarios: