viernes, 31 de julio de 2009

Secreto de confesión

31 de Julio de 2009

17.00 horas de la tarde.

43º grados a la sombra.

Plaza de San Lorenzo, Sevilla.

Ni un alma por la calle.

Ni los pájaros se atreven a piar.

Un coche atraviesa la calle y para delante de la Iglesia de Jesús del Gran Poder. Baja un hombre de mediana edad, se dirije a la puerta lateral del templo. Suda a raudales, con esfuerzo llega hasta ella y toca el timbre.

¿ Sí ?.

Buenas tardes.

Dígame qué quiere.

Vengo a rezar.

La hora de misa es a las ocho de la tarde.

Ya, pero yo no puedo esperar.

Pues tendrá que hacerlo, me ha despertado usted de la siesta.

¿ Con quién hablo ?.

Con el padre Marcelo. Y usted, ¿ Quién es ?.

Mire, yo abro los bancos cuando tengo necesidad. Soy don Manuel Ruiz de Lopera y el caso es de vida o muerte.

Esta bien, espere un momento y ahora le abro.

Pasan al interior de la iglesia.

Mientras que el cura se calza los hábitos, don Manué se postra ante el Gran Poder y le suplica.

" Mi dios, tu sabes que no te pido si no es en caso de necesidad. Y este caso tengo que pedirte un gran favor. Tienes que ayudarme. Te lo explicaré en un momento. Resulta que hay un clur, que está cerquita de aquí, de Sevilla, que mis abogados dicen que no ha hecho las cosas bien. Los muchacho están en primera y nosotros en segunda. Tu sabes, mi dio, que er Beti no se merece estar para jugar con el Palamó o con el Burgo, ni jugá con el Córdoba.

Te rezaré todos los padrenuestros que me pidas, pero arréglame las cosas con los de Madri . Tenemo que juga este año con los de Benavente.

Ah, y quítame de enmedio a los de la liga bética y todos los chupatintas eso " .

Cuando se levanta suda por la espalda abajo, pero está satisfecho.

Padre, muchas gracias. Por las molestias, le voy a dejar un regalito.

No es necesario, hijo.

Sí, padre.

Saca una chequera del bolsillo y le pregunta al cura.

¿ El cheque se lo hago a nombre de Encadesa o a nombre del Beti ?.

No hijo, no.

Bueno, padre, para que se arregle la iglesia.

Le extiende un talón a nombre del portador con un importe de 6.000 euros.

Ahora es el cura quién suda.

No tenía usted que haberse tomado estas molestias.

Una última cosa, padre, ¿No tendría por casualidad el teléfono del Vaticano ?.

No hijo, a mano no, pero te lo puedo buscar. ¿ Pero para qué lo necesitas ?.

Es que quiero ir moviendo los papeles de lo de mi Santidad, a ver si lo consigo prontito.

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