miércoles, 3 de junio de 2009

Un salto al vacío

Hoy ha venido a mi memoria un suceso que me ocurrió una mañana de primavera, tal como las que estamos viviendo estos últimos días, hace ya unos años.
Iba como casi siempre, corriendo porque salía tarde de Hacienda y llegaba tarde a otro sitio, ni recuerdo ni viene al caso.
La cuestión es que pasaba delante de un bloque de pisos, cuando de pronto, de la terraza de una quinta planta de uno de ellos, vi como un chaval de unos treinta años más o menos, abría el balcón, cogía carrerilla y se tiraba al vacío, yendo a parar a una pista de futbito de tierra.
El golpe sonó seco y el chico no se movió.
Intenté acudir, pero varias personas de un ambulatorio cercano también habían visto la caída. Solamente pudieron comprobar que estaba muerto.
Pasé todo el día pensando, pero después se me fue de la cabeza.
Ahora viene a mi mente ese recuerdo en el que se me mezclan las imágenes con una sola inquietud o quién sabe, si curiosidad.
¿ Porqué ?.
Qué pudo haber llevado a ese chico a cometer ese disparate.
Nunca lo sabré.
¿ Cómo se puede valorar tan poco la vida ?.
No hay nada que justifique un suicidio, nada, por lo menos en mi opinión.

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