lunes, 30 de junio de 2008

" Poesía en sus manos "

" Un cosquilleo le corría por el cuerpo. No era miedo, definitivamente no. Tiempo atrás, un querido amigo le había dicho que el miedo habita en nuestro interior, y que si conseguimos vencerlo, nada ni nadie nos amedrentará, ni siquiera la muerte. Tomó esa premisa en su vida.

Lo que sentía en ese momento eran nervios ante el encuentro. Ya se había repetido en muchas otras ocasiones, pero para él, los momentos que precedían al acto resultaban ser tan excitantes como la primera vez.

Además, no estaba en la intimidad de su habitación, había gente, mucha gente frente a ambos, y luces, y focos, y tantas cosas…

El se acercó a ella, la tomó en su regazo, y con sus hábiles manos fue acariciándola de manera suave y deliciosa, con maestría.

Ella se dejaba hacer con la sumisión de quién se entrega a un amante experto.

Los dedos fueron sacando de ella melodiosos gemidos, susurros, sus cuerpos se fueron poco a poco fusionando.

Ella en cada nota iba expresando su idílico amor por él.

Ni un quejío, ni un grito, ni un lamento.

Ni siquiera cuando sus dedos la hacían vibrar con fuerza.

Ahora no importaba el público, en esos momentos perdía la noción del tiempo, sólo ella y él, sólo él y ella.

Ella era poesía entre sus manos.

Sus almas se fueron desnudando hasta llegar el clímax final ".


Esto surgió una noche que vi tocar a Jose Del Valle, maravilloso acariciador de la guitarra flamenca y seguramente el facinense más internacional.

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